Agua radiactiva en los ecosistemas, una comparación entre Japón y Argentina

 

Por Cristian Basualdo │ Ilustración Ana Rosa Feldman y Suárez

El tritio, el isótopo radiactivo del hidrógeno, es el radionucleido “de moda” desde que Japón comenzó a descargar en el mar el agua radiactiva de la central nuclear de Fukushima.

La forma más habitual del tritio en el medio ambiente es el agua tritiada, que se forma cuando un átomo de tritio reemplaza a uno de los átomos de hidrógeno de la molécula de agua. El agua tritiada es radiactiva, pero químicamente indistinguible del agua común, que constituye la mayor parte de la masa de animales y plantas. El agua tritiada puede ingresar al cuerpo humano por inhalación, absorción de la piel o ingestión de agua o alimentos. Una vez dentro del cuerpo, se difunde de forma libre y rápida a través de las membranas celulares y alcanza el equilibrio en toda la reserva de agua corporal.

La radiactividad de una sustancia se mide con el número de desintegraciones por segundo o “bequerelios” (Bq). La concentración de tritio se mide en “bequerelios por litro” (Bq/L).

Una pequeña cantidad de tritio se produce de manera natural, por ejemplo, el nivel de fondo de tritio en el Océano Pacífico se sitúa en el rango de 0,1-1 Bq/L. Sin embargo, la mayor parte del tritio presente en la biosfera es producido por la industria nuclear.

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Desde el accidente nuclear de Fukushima, el 11 de marzo de 2011, se acumula en ese lugar agua radiactiva en tanques. La mayor parte, proveniente del agua subterránea que ingresa a los edificios de los reactores en ruinas y toma contacto con los restos radiactivos.

Con el objetivo de mitigar las altas dosis que ocasiona en los trabajadores del sitio la ingente cantidad de agua radiactiva, la empresa operadora de las instalaciones, Tokyo Electric Power Company (TEPCO), desarrolló un sistema de filtración para reducir la concentración de los radionucleidos del agua contaminada. Pero no puede filtrar el tritio.

Al 3 de agosto de 2023, el inventario de agua radiactiva almacenada en tanques en el sitio Fukushima ascendía a 1.343.227 toneladas. El 24 del mismo mes, TEPCO comenzó una serie de vertidos controlados del agua al mar, que la empresa tiene planificado efectuar a lo largo de un período aproximado de 30 años. El vertido se realiza a través de un túnel que discurre bajo el lecho marino a aproximadamente un kilómetro de la costa.

Con el fin de minimizar el impacto sobre el medio ambiente circundante y el daño a la reputación, Japón estableció una concentración máxima de tritio para el vertido de 1.500 Bq/L. Además, se mide la concentración de tritio en el mar cerca del punto de descarga, y se estableció un nivel de 700 Bq/L para la suspensión del vertido. El límite total anual de vertido de tritio es de 22 terabequerelios (TBq) al año (un terabequerelio es equivalente a un billón de bequerelios).

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En Argentina, la Central Nuclear Embalse descarga rutinariamente tritio en la cuenca del río Ctalamochita. La principal diferencia con las descargas de Fukushima es el cuerpo de agua receptor de los vertidos, en la central japonesa es el Océano Pacífico, mientras que en la argentina es un pequeño reservorio artificial: el lago Embalse.

El valor más alto de tritio informado por la empresa que opera la Central Nuclear Embalse, la estatal Nucleoeléctrica Argentina, fue de veintitrés mil cuatrocientos cincuenta y seis bequerelios por litro, 23.456 Bq/L, en el canal de descarga de la planta, en octubre de 2018.

En 2013, hacia el final de la vida útil de la central ―poco antes la parada para la extensión de vida―, los generadores de vapor tenían pérdidas que no se podían controlar. Las emisiones de tritio alcanzaron el pico histórico, por ejemplo, las emisiones líquidas fueron 553 TBq en 2013, unas 25 veces más que el límite anual de vertido de Fukushima.

Las descargas de tritio de la Central Nuclear Embalse alcanzaron un pico histórico en 2013. Crédito: Nucleoeléctrica.

En octubre de 2013, la concentración promedio de tritio en el lago Embalse fue de 960 Bq/L. En el agua de red del barrio de la Comisión Nacional de Energía Atómica fue de 1.081 Bq/L. Nucleoeléctrica encontró tritio en el agua de lluvia a 17 kilómetros al este del reactor, con una concentración de 20 Bq/L, atribuyéndolo a la evaporación diaria del lago Piedras Moras. En el río Carcarañá, la concentración de tritio en un punto ubicado a 314,1 kilómetros aguas abajo del reactor de Embalse fue de 299 Bq/L.

El reemplazo de los viejos generadores de vapor por otros nuevos, no influyó demasiado en la contaminación radiactiva, en 2022 la concentración promedio anual de tritio en el agua potable de la localidad de Embalse medida por la Autoridad Regulatoria Nuclear fue de 285,6 Bq/L, con un máximo de 333 Bq/L. Embalse presenta las concentraciones de tritio en el agua de red más altas del mundo, pero esto no es problema para Nucleoeléctrica, que utiliza la referencia de 10.000 Bq/L para el tritio en el agua potable.

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