Europa no produce, importa

Países europeos prefieren importar uranio antes que explotar sus propios yacimientos. Hay resistencias fuertes a reactivar la minería en territorio europeo debido a los impactos ambientales.

Por Juan Vernieri

En Europa existen minas de uranio, su número y nivel de explotación han disminuido considerablemente en las últimas décadas debido principalmente a factores ambientales y sociales. Pocas siguen activas o en proceso de desarrollo.

En la República Checa: la mina de Rožná fue la última de uranio en funcionamiento en Europa Occidental. Cerró en 2016. El país sigue explorando nuevos yacimientos cerca de Jihlava, pero nada más.

Rumania: Aún produce pequeñas cantidades en la mina de Crucea-Botușana (en Bucovina), pero con una capacidad muy reducida. Tiene plantas para el procesamiento y conversión de uranio, ligadas a su programa nuclear civil (centrales de Cernavodă).

Rusia europea: Aunque gran parte de su minería está en Siberia, algunas regiones europeas de Rusia tienen yacimientos, como los Urales.

Sigue siendo uno de los principales productores de uranio a nivel mundial, la mayor parte de su producción proviene de zonas no europeas.

Explota algunas minas de uranio en la región de los Urales, donde hay yacimientos históricos, muchos de los cuales fueron intensamente explotados durante la era soviética, dejando un legado radioactivo grave.

Los nuevos proyectos enfrentan dificultades regulatorias y oposición local a la explotación de minas de uranio, aunque no tan visibles como en Occidente.

Francia: El mayor consumidor de uranio de Europa no explota minas en su territorio, solo en el exterior.

Fue históricamente un gran productor, tiene actualmente más de 200 minas cerradas, y otras sin explotar, hoy no tiene ninguna mina activa, la última cerró en 2001.

Tiene una industria nuclear completa y es un actor importante en el ciclo del combustible nuclear, cuenta con plantas de conversión y enriquecimiento de uranio modernas que operan con insumo importado.

Para abastecer el parque nuclear francés, una de las empresas atómicas más importantes del mundo, la francesa Areva (ahora Orano), opera minas en Níger, Canadá y Kazajistán. En su propio territorio sufre resistencias fuertes a reactivar la minería debido a los impactos ambientales.

España: la empresa australiana Berkeley Energía, procura explotar la mina Retortillo (Salamanca) y está enfrentando fuerte oposición social, ambiental y política. Actualmente, no tiene autorización definitiva para operar, sin embargo, la empresa está talando encinas centenarias para construir la que sería la única explotación a cielo abierto de Europa.

Finlandia y Suecia: Tienen reservas conocidas y proyectos exploratorios (como el de Vattenfall en Suecia), pero enfrentan fuerte oposición pública y no están actualmente en explotación.

Alemania: Fue un importante productor durante la Guerra Fría. Actualmente no hay explotación activa, y se están restaurando sitios contaminados, como el área de Wismut.

Conclusión

Hay minas de uranio en Europa, pero muy pocas en explotación. Los principales obstáculos son la oposición social y las regulaciones ambientales estrictas.

Europa depende de importaciones para abastecer sus centrales nucleares. Prefiere que sean otros los países que se emponzoñen explotando sus yacimientos de uranio.

No sucede lo mismo con Estados Unidos porque este país no se preocupa demasiado por los perjuicios ambientales.

Buscan que los sudacas chubutenses abastezcan de uranio a Europa.

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