La energía nuclear en Japón tras el terremoto del 1 de enero

En nota anterior comentamos los riesgos que significan que el 41 % de las centrales nucleares se encuentren en costas marinas. La central nuclear de Shika, en la costa del mar de Japón, cerrada desde el maremoto del 2011, se vio afectada por el terremoto de la península de Noto, ocurrido el 1 de enero de 2024, que tuvo una magnitud de 7,6 y causó enormes daños a la comunidad local.

Por Juan Vernieri

Si bien la central no estaba operativa, igualmente la refrigeración y otras instalaciones estaban en funcionamiento.

Hubo sirenas de alerta de tsunami sonando a lo largo del Mar de Japón, trajo recuerdos horribles del Gran Terremoto de 2011 y las triples fusiones en la estación nuclear de Fukushima.

Entre las consecuencias de este último sismo se encuentran daños en dos transformadores de suministro de energía externa de la planta Shika y la interrupción del suministro, poniendo de relieve una vez más los problemas particulares del uso de la energía nuclear en Japón.

Se informó que un transformador de la Unidad 2 había perdido aproximadamente 19.800 litros de aceite, lo que dejó esa parte del sistema inoperativo.

Inicialmente, la Autoridad reguladora Nuclear (NRA) dijo que no había ningún problema de seguridad, ya que otras líneas de suministro de energía seguían funcionando.

Un miembro del comité de la NRA afirmó que la magnitud del terremoto fue extremadamente grande y que los resultados de una mayor investigación de los expertos debían utilizarse en futuras evaluaciones.

Otro problema grave es el planteamiento de la evacuación de los residentes cuando se producen accidentes graves. En las inmediaciones de esta central nuclear se han designado once carreteras nacionales como rutas de evacuación en caso de que se produzcan accidentes graves, como fugas de sustancias radiactivas.

De ellas, siete se cerraron tras el terremoto debido a derrumbes y grietas. Los acontecimientos pusieron en duda la eficacia del plan de evacuación. Según se informa, la NRA está considerando una “revisión de las directrices”.

Los gobiernos locales que albergan instalaciones nucleares cuestionan la eficacia de los planes de evacuación y preparan sus propios planes, que el Gabinete aprobará en última instancia, pero no asumirá la responsabilidad de ellos.

Por lo tanto, no está claro quién es responsable de dirigir la revisión del plan de prevención de desastres.

A raíz del terremoto, el reinicio inminente de la planta nuclear Kashiwazaki-Kariwa detenida desde 2011 se puso en duda. Recién en los últimos días de octubre se inició la marcha de uno de los reactores de esta planta.

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