Nucleoeléctrica y los costos de la energía nuclear | 2.° parte

Crédito: Nucleoeléctrica Argentina.

Por Cristian Basualdo

Viene de una primera parte.

Otra fuente de recursos de Nucleoeléctrica son los fideicomisos financieros. Para solventar el proyecto de extensión de vida de la central nuclear Atucha I, y la construcción del Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Gastados de la Central Nuclear Atucha II, con costos estimados por la empresa estatal en 450 y 137 millones de dólares respectivamente, la Comisión Nacional de Valores aprobó en 2022 el denominado fideicomiso financiero solidario y de infraestructura pública NASA IV.

La experiencia empírica muestra que los proyectos nucleares sufren grandes retrasos y sobrecostos. El Completamiento de Atucha II sufrió un retraso de siete años y costó más de seis veces lo previsto (costo previsto: 500 millones de dólares, costo real: 3380 millones de dólares). El Proyecto de Extensión de Vida de la Central Nuclear Embalse sufrió un retraso similar y costó tres veces lo previsto (costo previsto: 704 millones de dólares, costo real: 2142 millones de dólares).

Nucleoeléctrica sostiene que el proyecto de extensión de vida de Atucha I le permitirá a la central operar por un nuevo ciclo de vida útil de 20 años. Se trata de una inversión de riesgo, si consideramos que de los 407 reactores en operación en el mundo al 1 de julio de 2023, tan solo 13 tenían 51 años o más de operación (datos de la edición 2023 del World Nuclear Industry Status Report).

Nucleoeléctrica también recurre al endeudamiento externo. En 2022, la empresa estatal firmó con la Corporación Nacional Nuclear China (CNNC) un contrato de ingeniería, suministro y construcción de un reactor nuclear Hualong One, por un monto de 8.300 millones de dólares. No se sabe por qué China fijó el precio muy por encima del costo de proyectos similares, ni por qué Argentina lo aceptó. El contrato tiene vigencia hasta abril de 2025, a la espera de la firma del acuerdo financiero. De concretarse, Argentina deberá pagar una cuota anual de unos 1.400 millones de dólares durante 12 años (considerando que el crédito es a 20 años, con 8 años de gracia, y haciendo el cálculo con 7% de interés).

La mayor deuda de Nucleoeléctrica es con las generaciones futuras. Cada día de operación de las centrales nucleares se generan residuos radiactivos cuya gestión tiene un costo considerable. El período de tiempo en el cual una central nuclear produce energía ocupa un espacio bien pequeño en el abismo de los años durante el cual el combustible nuclear gastado será peligrosamente radiactivo. Para asegurar el principio de justicia intergeneracional es fundamental provisionar los fondos necesarios para el desmantelamiento de las centrales nucleares y la gestión de los residuos radiactivos.