¿Hacia dónde se dirige la energía nuclear?

Brasil.― 36 años después del accidente con Cesio-137, Goiânia se inserta en el escenario internacional de iniciativas y movimientos antinucleares.

Por Edson Leite Júnior

Aunque el movimiento antinuclear está cada vez más organizado en todo el mundo, cuando se trata de energía nuclear no hay consenso. La joven activista medioambiental sueca Greta Thunberg declaró que prefiere la energía nuclear a los combustibles fósiles. Y aunque Greenpeace hace campaña para que Europa no clasifique la energía nuclear como “verde” y denuncia a la industria nuclear francesa por importar uranio enriquecido de Rusia, hay quienes dicen que el grupo ya no es tan radical en el tema como antes. Lo que sí se sabe es que el tema merece un debate por los riesgos que entraña.

De visita en Goiânia para participar en el seminario internacional “Iniciativas y movimientos antinucleares en Brasil desde el final de la Guerra Fría”, celebrado la semana pasada en la Universidad Federal de Goiás (UFG), Luc-André Brunet, profesor de The Open University de Londres, cree que el desarme nuclear es posible. Dirige un proyecto mundial en el que participan nueve instituciones de siete países y que se centra en el debate sobre la lucha contra el armamento nuclear. “La idea es entender el activismo pacifista nuclear en el contexto internacional”, explicó.

Antes de venir a la capital de Goiás, Luc-André participó en eventos similares en Estocolmo (Suecia) y Johannesburgo (Sudáfrica). El próximo seminario de este tipo al que asistirá se celebrará en la ciudad de Hiroshima, Japón. En el orden del día, la lucha contra las armas nucleares. “Tenemos que hacer todo lo posible para evitar el uso de armas nucleares”, afirmó Brunet.

Para el organizador del evento en Goiânia, profesor de la UFG y doctor en Historia de las Relaciones Internacionales por la Universidad de Florencia, Carlo Patti, en el contexto democrático, “es importante considerar que la acción de los movimientos sociales y el activismo también cuentan”. Además, para él, los tratados también funcionan. Así, la comunidad internacional se organiza en busca de garantizar un mundo más seguro y con menos amenazas.

Según el profesor Patti, la elección de Goiânia como sede del evento internacional se debió a que “Brasil es uno de los países más activos, a nivel mundial, en la discusión sobre el desarme nuclear”. De este modo, el seminario de la UFG se inscribía “en un proyecto global para comprender la importancia de los movimientos pacifistas en el escenario internacional posterior a la Guerra Fría”, añadió.

Goiânia y el Cesio-137: el mayor accidente radiológico del mundo

El accidente con Cesio-137, ocurrido en Goiânia en 1987, también fue debatido en el seminario internacional celebrado en la UFG. En esa ocasión, la presidenta de la Asociación de Víctimas del Cesio-137, Sueli Lina, habló del accidente radiológico de Goiânia ―el mayor del mundo― y de la lucha antinuclear.

Carlo Patti cree que Goiânia se ha vuelto más segura desde el accidente, pero no puede decir hasta qué punto. “Hay acusaciones de falta de supervisión”, advirtió. Además, para él, la información es importante para reducir el riesgo de accidentes nucleares. “En Brasil todavía hay un gran desconocimiento sobre todas las posibilidades y usos de la energía nuclear y esto puede ser peligroso”, advirtió el profesor.

De hecho, mientras se celebraba el seminario nuclear en la UFG, se encontró un material radiactivo en el almacén del Instituto de Química de la universidad. El artefacto encontrado era del tipo níquel-63 y, según la institución, una placa de plomo rodeaba el elemento encontrado y quien lo manipuló lo hizo de forma correcta y segura, debidamente vestido.

Se llamó a la Comissão Nacional de Energia Nuclear (CNEN), que descartó cualquier riesgo para la comunidad universitaria. El material fue llevado para su correcta disposición en Abadia de Goiás, en el mismo lugar donde se encuentran los residuos radiactivos de Cesio-137.

Proyecto nuclear brasileño

Al comentar el proyecto nuclear del gobierno federal, el profesor Carlo Patti recordó que el presidente Lula ha tenido posiciones divergentes sobre el tema a lo largo del tiempo. “En la Asamblea Constituyente, estaba radicalmente en contra de la energía nuclear. Como presidente, durante sus primeros mandatos, retomó el proyecto del submarino nuclear y reanudó la construcción de la central nuclear de Angra 3”, dijo.

En el acto celebrado en la UFG, también participó a distancia Monique Chessa, representante de la Sociedad Angrense de Preservación Ecológica Sapê. En el seminario, se posicionó en contra de las centrales nucleares de Angra dos Reis, en Río de Janeiro. De hecho, la energía nuclear tiene un coste elevado desde su construcción, como detalló el profesor Patti: “Implica la implantación, el funcionamiento y el desmantelamiento de una central. Luego no se sabe qué hacer con los residuos nucleares”.

Para muchos, la eliminación de la energía nuclear sería el camino a seguir. Brasil es un país tropical en el que hay otras posibilidades como la energía solar o eólica, por ejemplo, que son totalmente limpias”, argumenta Patti. Sin embargo, reconoce que los movimientos antinucleares, en su mayoría, están muy preocupados por los aspectos militares de esta cuestión.

Además, Patti también destaca que en su última visita a Argentina, a principios de año, el líder del Partido de los Trabajadores habló sobre la necesidad de que Brasil coopere con el país vecino en el ámbito nuclear. “Las palabras del presidente indican que el gobierno federal todavía apuesta por la energía nuclear”, supone.

La amenaza del uso de armas nucleares tácticas en la guerra de Ucrania preocupa al mundo

Sobre la guerra de Ucrania, Luc-André cree que la solución al impasse depende de dos factores: el diálogo constante y la presión internacional. Y el especialista incluye en esto a Brasil. Para él, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva (PT) puede actuar junto con otros países, posicionándose en contra de las armas nucleares en el conflicto, por ejemplo.

Sin embargo, para el profesor de The Open University, la posición de Lula respecto a la guerra de Ucrania ha sido controvertida. “Tenemos que esperar aún más tiempo para la paz entre Rusia y Ucrania, pero las declaraciones del presidente de Brasil pueden crear condiciones para la negociación y Lula puede tener el papel de proporcionar el diálogo entre las dos naciones”, explicó Brunet.

Sobre las armas nucleares tácticas que Rusia amenaza con utilizar en el conflicto, el profesor Luc-André explica que son más compactas y precisas, y que los militares suelen verlas como una posibilidad en el campo de batalla. Sólo que, en su opinión, la amenaza rusa está mucho más vinculada al hecho de que el país aún no ha obtenido la victoria con las armas convencionales.

Amenazar con utilizar un arma nuclear es una forma de encubrir la debilidad táctica de Rusia”, comentó el experto, que también cree que es una forma de que los rusos muestren sus “músculos”. El servicio de inteligencia estadounidense calcula que los rusos disponen de unas 2.000 armas nucleares tácticas y, si la amenaza se materializa, será la primera vez que se utilice este tipo de armamento en el mundo.

Las armas nucleares tácticas rusas pueden dispararse, mediante misiles, desde aviones o buques de guerra. Ahora bien, la capacidad de explosión de cada una de ellas es variable. Por citar un ejemplo, la bomba táctica estadounidense B61, puede explotar de 0,3 a 80 kilotones, según la configuración. Para hacernos una idea, la bomba atómica lanzada por Estados Unidos sobre la ciudad de Hiroshima, Japón, en 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, tenía 15 kilotones. La bomba de Nagasaki tenía 20.

Recientemente, un ex presidente de Estados Unidos (Bill Clinton) declaró en una entrevista a RTÉ, una cadena pública irlandesa, que “lamenta” haber pedido a Ucrania que renunciara a su arsenal nuclear soviético en 1994. En su opinión, es probable que Rusia no hubiera invadido el país si hubiera dispuesto de arsenal nuclear porque, en aquel momento, “pensaban que era lo único que les protegía de una Rusia expansionista”, afirmó.

Pero Luc-André Brunet discrepa de Clinton: “No fue una decisión exclusiva del Presidente de Estados Unidos, sino sobre todo de los ucranianos”. Quien también discrepa es Carlo Patti. “En aquel momento había una presión general para que Ucrania renunciara a las armas nucleares soviéticas. Y la decisión formaba parte de una política bilateral entre Estados Unidos y Rusia para evitar que el armamento cayera en malas manos”, explica el profesor de la UFG.

América Latina es una zona desnuclearizada: ¿seguridad o vulnerabilidad?

Para Luc-André, América Latina está a salvo en materia de armas nucleares. Y no sólo porque no las posea, sino por el contexto geopolítico en el que está inserta. “Faltan amenazas. No hay suficientes motivaciones para un ataque con armas nucleares”, afirma.

El profesor de la Open University subraya que la situación geográfica de América Latina también es importante para determinar la seguridad nuclear: “No está en el centro de las ambiciones de potencias nucleares como Rusia, Estados Unidos y China”. Carlo Patti coincide: “No hay conflictos con actores externos. El gran exceso es la guerra de las Malvinas”, añadió.


Fuentes:

Edson Leite Júnior, Energia nuclear: pra onde iremos caminhar?, 7 mayo 2023, Jornal Opção.

Este artículo fue adaptado al español por Cristian Basualdo.

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