Empresas y la CNEA confían que pueden torcer la voluntad del Chubut

La minería en el mundo es necesaria y en Chubut es posible, pero ¡cuidado…!, su soberanía, sus leyes y la voluntad popular, no pueden soslayarse.

por Juan Vernieri

La prospección de uranio en el país, desde su inicio, detectó alrededor de 35 mil toneladas, mayormente en Mendoza, Chubut y Río Negro. Oh!, casualidad, dos de las provincias con recursos más promisorios, Mendoza y Chubut, tienen legislaciones restrictivas para su explotación, normas legales que no han sido freno a los esfuerzos de la Comisión Nacional de la Energía Atómica, ni de las empresas, para continuar invirtiendo en estudios. Si no tuvieran la convicción que podrán conseguir las modificaciones de las legislaciones, no seguirían invirtiendo.

Desde hace casi una década, la participación de la energía nuclear en el consumo mundial se mantiene estable, en cambio, las generaciones renovables continúan y seguirán creciendo. Según el Organismo Internacional de la Energía Atómica, (OIEA) la energía mundial generada por medios nucleares se reducirá poco a poco hasta 2040. Suponen que en el futuro se recuperará.

En 2007 el precio del uranio trepó a 300 dólares/kg y en 2016 se desplomó a 41 dólares/kg. Un superávit de las existencias de concentrado de uranio, y el efecto del accidente de Fukushima, que redujo la demanda, han provocado un descenso de los precios.

El panorama poco alentador de esta indudable realidad debería desanimar las explotaciones de uranio, sin embargo, no es así, la CNEA y empresas privadas continúan en Chubut invirtiendo en exploraciones.

En 2014, la empresa minera canadiense U3O8 Corp, procuró un acuerdo comercial con la empresa provincial chubutense Petrominera, para explotar el yacimiento uranífero de Laguna Salada, acuerdo que incluiría otras concesiones mineras y que significaría una ventaja, según un directivo empresario, porque Petrominera tiene más información sobre el potencial uranífero de la provincia. Increíble que una empresa provincial haya admitido esas conversaciones, cuando esa mina legalmente no puede explotarse. El gobierno insistía que no estaba en agenda habilitar la actividad minera, pero declaraciones empresarias ponían en duda la solidez de aquella afirmación.

La U3O8 cuenta con unos 40.000 km² de concesiones de exploración. A fines de 2021, la canadiense Consolidated Uranium Inc. cerró la adquisición a U308 Corp del 100% del proyecto de uranio y vanadio Laguna Salada y en abril de este año anunció que iniciará allí un nuevo programa de exploración.

En enero de 2018, el entonces presidente Mauricio Macri, firmó en Moscú un acuerdo por el cual la minera estatal rusa planeaba invertir hasta USD 250 millones en exploración para el desarrollo de depósitos de uranio en la provincia de Chubut.

La CNEA desde 1990 viene evaluando el yacimiento de uranio y molibdeno Cerro Solo, a unos 70 km de Paso de Indios, impulsada por estudios previos que indican una promisoria ley de minerales que yacen a una profundidad de entre 50 y 130 m. Todos los años figura en el presupuesto nacional partida para esta exploración.

El geólogo Luis López, actual jefe de la División Gestión de Proyectos de la CNEA, ha expresado que la entidad supone que las legislaciones restrictivas de las provincias de Mendoza y Chubut, en materia de explotación de yacimientos de uranio, podrían ser modificadas.

En Chubut no solo la legislación es adversa a estas explotaciones, los activismos antinuclear y antiminero de la provincia, también se oponen. Tal vez no sepa el geólogo que los chubutenses son celosos de su río, única fuente de agua dulce en la mayor parte de su extensa meseta, y que la explotación uranífera pondría en riesgo.

La minería en el mundo es necesaria y en Chubut es posible, pero ¡cuidado…!, su soberanía, sus leyes y la voluntad popular, no pueden soslayarse.

Como la prospección uranífera se apoya en las emisiones radiactivas del mineral, naturalmente las primeras manifestaciones que se localizan son las superficiales que, por lo tanto, serían explotadas a cielo abierto.

En Cerro Solo, hasta ahora el yacimiento más importante, se ha detectado uranio profundo. Pero la CNEA planea iniciarlo con una excavación de alrededor de 60 metros de profundidad a cielo abierto y de allí seguir en túnel.

En Laguna Salada, a unos 60 kilómetros al sur de Las Plumas, se halló un depósito de uranio prácticamente superficial, de fácil extracción por excavación a cielo abierto. En este yacimiento el uranio, como en Cerro Solo, viene acompañado de molibdeno, elemento natural valioso con una gran variedad de aplicaciones en el transporte, construcción, generación de energía, agricultura e incluso medicina.

El proyecto de la Meseta Central, que pertenece a una empresa privada, se ubica en las cercanías de Cerro Solo. Según lo informado por la compañía, alrededor del 75% de los recursos de uranio evaluados se encuentran en acuíferos confinados, y no está claro aún el procedimiento de explotación.

En Laguna Colorada la CNEA ha evaluado los recursos, aunque el nivel de los estudios todavía no permite determinar la factibilidad económica de la explotación, no obstante que el uranio viene aquí acompañado de vanadio, metal también valioso que se emplea en la industria para aumentar la resistencia del acero, y que ahora es de interés para las energías renovables, por sus peculiares propiedades químicas, que permiten fabricar baterías más eficientes para almacenar la energía de las instalaciones solares y eólicas.

En Chubut la explotación a cielo abierto está prohibida por Ley. La CNEA y las empresas que exploran conocen esta restricción legal. ¡SI NO CREYERAN QUE CON SUS PRESIONES LOGRARÁN LA MODIFICACION, NO CONTINUARÍAN INVIRTIENDO! ¿Conocerán estos antecedentes?: Pan American Silver abandonó su proyecto de plata y plomo en la meseta y Meridian Gold debió renunciar a su pretensión de explotar la mina de oro “Cordón de Esquel”, que a mediados del 2002 había comprado por 270 millones de dólares, debido a que el 23 de marzo de 2003 un plebiscito, con la participación del 75% de los 20,000 votantes convocados, resultó en un 81% por el “No a la Mina”.

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