Borroso futuro de los reactores nucleares pequeños (I)
Construcción del CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares), en el sitio Atucha, febrero de 2020. Foto: Comisión Nacional de Energía Atómica. |
En órganos periodísticos de muchos países aparecen noticias favorables a los pequeños reactores nucleares modulares (SMR) de menos de 300 MW, a pesar de que, hasta el momento, la experiencia muestra que enfrentan grandes desafíos técnicos y económicos y no son competitivos en el mercado eléctrico. Sus defensores postulan que estos diseños de reactores SMR no probados, designados como de 4ta. generación o avanzados o, más recientemente, microrreactores, son la “gran solución” a los problemas de la industria nuclear.
Por Juan Vernieri
Nos proponemos poner en evidencia la inconsistencia de esta aseveración, analizando el estado de avance de los proyectos en distintos países, apoyándonos en la edición 2022 del Informe del Estado de la Energía Nuclear en el Mundo (World Nuclear Industry Status Report).
Comenzamos con Argentina, Francia e India.
Argentina
El 8 de febrero de 2014 en Lima Provincia de Buenos Aires, Argentina intentó dar un gran paso para reafirmar su capacidad para el desarrollo y puesta en marcha de centrales nucleares, con el inicio de la construcción del primer reactor de potencia íntegramente diseñado y construido en el país: el CAREM-25 (la Central Argentina de Elementos Modulares). Es un reactor de agua a presión con una potencia de alrededor de 30 MW(e) que está construyendo la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), junto a los reactores existentes Atucha I y II.
Su primer vertido de hormigón data de febrero de 2014, después de casi 30 años de desarrollar el diseño. En ese momento, la CNEA anunció que el reactor estaba “programado para comenzar las pruebas en frío en 2016 y recibir su primera carga de combustible en el segundo semestre de 2017”. En 2019 se reprogramó para comenzar a operar en 2022. El reactor no está ni cerca de ese cronograma y la última fecha estimada para su puesta en marcha es 2027.
“Incluso con el costo estimado más bajo de US$ 520 millones, el costo por unidad de potencia del proyecto terminado es de alrededor de US$ 17.000/kW, aproximadamente el doble del costo estimado de los reactores de 3ra. generación más caros”.
A fines de 2019, la contratista paralizó las obras, citando pagos atrasados, cambios de diseño imprevistos y entrega tardía de documentación técnica. En abril de 2020, los informes sugirieron que la diferencia se había resuelto.
En julio de 2021 la CNEA anunció que se había contratado a Nucleoeléctrica Argentina SA, (NA SA), Empresa del Estado y que “este nuevo contrato establece un plazo de 36 meses para terminar la construcción del reactor”. Luego de finalizada la obra civil, podría tomar dos años adicionales o más antes de que el reactor esté operativo.
La CNEA había estimado en 2005 que costaría unos US$ 105 millones. En 2014 cuando comenzó la construcción la estimación había subido a US$ 446 millones. Hoy no hay un costo estimado actual definitivo; sin embargo, en una entrevista con los medios de junio de 2022, el gerente del proyecto CAREM señaló que la fabricación del recipiente a presión cuesta [US] $ 52 millones, aproximadamente el 10 % del presupuesto total”, lo que sugiere que el presupuesto general está en US$ 520 millones.
GI Hub, una organización sin fines de lucro creada por el G20, estimó que el prototipo costará US$ 750 millones, importe escaso pues, las autoridades de la CNEA reconocieron haber invertido ya alrededor de 600 millones y faltan 5 años de trabajo.
Con el CAREM el país, efectivamente, no logra, como era su intención, reafirmar su capacidad para el desarrollo y puesta en marcha de centrales nucleares. La construcción del prototipo levará como mínimo 13 años.
Francia
Francia es el último participante en la lista de países que se anuncian como desarrolladores de SMR. Aún no tiene uno en construcción.
En medio de todos los tremendos desafíos que enfrenta el sector de energía nuclear francés -o quizás debido a estos desafíos- en febrero de 2022, como parte de su campaña electoral, el presidente Emmanuel Macron anunció: “1.000 millones de euros estarán disponibles a través del plan de reindustrialización Francia 2030” para el Nuward SMR y para “reactores innovadores para cerrar el ciclo del combustible y producir menos residuos”, y que “se había fijado ‘una meta ambiciosa’ para construir un primer prototipo en Francia para 2030”.
El proyecto Nuward fue anunciado en septiembre de 2019. Claramente este proyecto no es una prioridad para Élecricité de France (EDF). En 2020, Nuclear Intelligence Weekly informó que EDF “sigue centrada casi exclusivamente en desarrollar una versión más económica del EPR en el EPR2” y citó una fuente que decía que había "hasta 1,000 ingenieros involucrados" en ese diseño en comparación con “10-15 ingenieros que se estima que están trabajando en el diseño embrionario de Nuward”.
A pesar de la etapa incipiente en la que se encontraba el diseño de Nuward, en 2021, el presidente y director ejecutivo de EDF, dijo a los accionistas que el diseño de Nuward SMR “estará listo para su implementación en 2030”. Además, para obtener competitividad en el mercado externo, propone se planee construir pronto un SMR en Francia”.
Esta no es la primera vez que Francia avanza en un diseño SMR. En enero de 2011, EDF junto con CEA, la empresa de astilleros navales DCNS, y la quebrada extinta empresa AREVA, anunció que estaban desarrollando "un pequeño reactor modular submarino" llamado “Flexblue”.
Durante la década anterior, AREVA también estaba desarrollando otros dos diseños SMR. Uno era un reactor refrigerado por gas de alta temperatura denominado Antares que, en 2009, anticipó que estarían listos para su despliegue en 2021.
El segundo fue un diseño de reactor de agua a presión llamado NP-300. Todos esos diseños parecen haber sido abandonados, no hay ninguno en construcción. Francia está más atrasada que Argentina.
India
El Departamento de Energía Atómica (DAE) de la India ha estado desarrollando el Advanced Heavy Water Reactor (AHWR) desde la década de 1990 con planes de tener uno en funcionamiento para 2011. Se ha retrasado continuamente. En 2021, el gobierno indio anunció que ya "obtuvo la aprobación en principio" en 2016 para construir el AHWR en el sitio de Tarapur. En el intervalo de cinco años, no parece haber ningún plan real para la construcción.
A principios de 2022, el gobierno anunció que la construcción “puede comenzar después de autorizaciones legales asociadas, autorizaciones reglamentarias y que se obtenga financiación para el proyecto”. Evidentemente el inicio aún podría tomar un tiempo.
Las experiencias de estos tres países confirman un borroso futuro.
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