Por qué el plan francés de tomar el control total de EDF no es una panacea

El logo de EDF en la sede de la empresa en París. Foto: Johanna Geron/Reuters.

por Silvia Aloisi y Forrest Crellin

PARÍS (Reuters) - El Estado francés dijo que nacionalizará totalmente EDF, la empresa de servicios públicos cargada de deudas que gestiona las centrales nucleares del país y que el Gobierno se esforzó hasta ahora en reestructurar.

No ha dicho si comprará a los accionistas minoritarios en el mercado o tomará el control por ley. Pero la nacionalización, sea cual sea, no garantiza el arreglo de la montaña de deudas de EDF ni de sus reactores, que se están corroyendo, y no reducirá el coste de proteger a los consumidores de los elevadísimos precios de la energía.

¿Por qué quiere el Gobierno nacionalizar EDF?

La primera ministra, Elisabeth Borne, dijo que una nacionalización total de EDF, en la que el Estado ya tiene una participación del 84%, ayudaría a Francia a gestionar una transición para abandonar los combustibles fósiles y hacer frente a la actual crisis energética agravada por la guerra de Ucrania.

Pero los analistas afirman que el principal objetivo del gobierno puede ser asegurarse una mano libre en la gestión de una empresa que tiene una cuota de aproximadamente el 80% del mercado eléctrico francés, una vez que se desentienda de la cotización y el estado ya no tenga que responder ante ningún otro accionista.

EDF salió a bolsa en 2005 a 33 euros (34 dólares) por acción, con el objetivo de dar más transparencia a sus finanzas y operaciones. Ahora sus acciones cotizan en torno a los 9 euros. El Estado tendría que pagar 5.000 millones de euros para comprar a los inversores minoritarios a los precios actuales, pero se espera que ofrezca una prima.

El presidente Emmanuel Macron, que fue reelegido para el cargo en abril pero perdió el control del parlamento en una votación de junio, desechó una revisión de EDF el año pasado en medio de la oposición de los sindicatos y la Comisión Europea a su plan de dividir el rentable negocio de renovables de EDF de los activos nucleares cargados de deuda.

¿Qué falló en EDF?

Alrededor de la mitad de los 56 reactores nucleares de EDF en Francia están ahora fuera de servicio, en parte debido a problemas de corrosión. EDF ha recortado repetidamente su producción nuclear prevista para 2022, justo cuando Europa se esfuerza por encontrar fuentes de energía alternativas a medida que disminuye el suministro de gas ruso.

Además de los problemas con los viejos reactores, también lleva años de retraso y miles de millones de euros por encima del presupuesto en la construcción de una nueva generación de reactores en Francia y Gran Bretaña, lo que hace que se cuestione si tiene que corregir fallos de diseño fundamentales.

Además, EDF se ha visto perjudicada por un sistema tarifario regulado, conocido como Arenh, que le obliga a vender 100 teravatios/hora (TWh) de generación nuclear a los minoristas de energía y a los grandes consumidores a 42 euros/MWh, lo que está muy por debajo de los niveles del mercado.

El contrato francés de carga base para 2023 cerró el miércoles a 404 euros/MWh, una fracción del precio de Arenh. Para el contrato del cuarto trimestre de 2022, el precio cerró a 815 euros/MWh.

Este año, el gobierno también aumentó la cantidad de energía que EDF tenía que vender a los competidores a un precio bajo, buscando proteger a los consumidores de los precios de la energía en alza, pero aumentando los costes de EDF.

Las finanzas de EDF, que ya están en crisis, se ven aún más presionadas porque el grupo vende su producción nuclear estimada antes del final del año presupuestario y tiene que recomprar la electricidad vendida en un mercado volátil con precios que ahora están en máximos históricos.

EDF espera un golpe de 18.500 millones de euros en sus beneficios en 2022 por las pérdidas de producción y un golpe de 10.200 millones de euros por la limitación del precio de la energía.

¿El control estatal total solucionará los problemas de EDF?

Probablemente no.

Una EDF totalmente nacionalizada podría reducir los costes de endeudamiento de su deuda, que la agencia de calificación S&P estima que podría ascender a casi 100.000 millones de euros este año. Sin embargo, las necesidades de financiación del grupo podrían aumentar aún más.

Macron anunció planes para construir al menos seis reactores nucleares de nueva generación, pero no ha dicho de dónde saldrán los 50.000 millones de euros de inversión necesarios.

Sin final para la subida de los precios de la electricidad en Europa, el gobierno francés podría ampliar los topes de los precios de la electricidad para proteger a los hogares en invierno, lo que amenaza con agravar las pérdidas del grupo.

Por otra parte, la oposición a los planes de reestructuración no desaparecerá por el hecho de que el Estado tenga todo el control.

Los sindicatos, preocupados por el deseo del Gobierno de romper la empresa, no encontrarán más aceptable una reestructuración y, con independencia de la propiedad, la Comisión Europea seguirá examinando de cerca cualquier plan del Gobierno.

Un elemento clave del anterior plan de reestructuración, conocido como Proyecto Hércules, era reformar el mecanismo de regulación de los precios a los que EDF vendía la energía nuclear. JPMorgan espera que Francia fije un precio garantizado para toda la producción nuclear de EDF.

La Comisión Europea debe aprobar cualquier cambio de tarifas para garantizar que las actividades más rentables de EDF no subvencionen las partes deficitarias.

(Redacción de Silvia Aloisi; edición de Richard Lough y Edmund Blair)


Fuente:

Silvia Aloisi, Forrest Crellin, Explainer-Why a French plan to take full control of EDF is no cure-all, 7 julio 2022, Reuters.

Este artículo fue adaptado al español por Cristian Basualdo.

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