A 5 años del atentado radiactivo en Atucha
Nadie sabe cómo salió material radiactivo de la zona controlada del Sitio Atucha.
por Cristian Basualdo
Damián Straschenco, secretario adjunto del sindicato de Luz y Fuerza Zárate, terminaba su jornada laboral en el Sitio Atucha el 9 de mayo de 2017, cuando en el punto de control radiológico de salida se detectó radiactividad en su cuerpo. Los resultados de las mediciones y las evaluaciones realizadas sobre la exposición radiológica de Straschenco indicaron que el radionucleido preponderante fue el tritio, el isótopo radiactivo del hidrógeno. La investigación posterior determinó que Straschenco se contaminó al beber agua pesada de su botella de hidratación, la dosis que recibió fue unas siete veces la dosis anual para un trabajador de zona radiológicamente controlada.
Straschenco presentó una denuncia penal en el juzgado de Zárate por tentativa de homicidio. Por su parte, la dirección de Nucleoeléctrica Argentina SA, la empresa estatal que opera el Sitio Atucha, despidió a Straschenco y lo acusó de robo de material radiactivo y sabotaje. Según la empresa, el propio trabajador ingirió a sabiendas el agua radiactiva.
En un comunicado emitido el 9 de mayo pasado, titulado “A 5 años del envenenamiento de Straschenco”, el sindicato de Luz y Fuerza Zárate sostuvo que su secretario adjunto fue envenenado con material radiactivo en su lugar de trabajo. “Los integrantes de nuestro sindicato fueron y son objeto de una persecución política judicial en cabeza del Juez Federal de Campana, Adrián González Charvay, quien desde el inicio sólo tomó la hipótesis empresaria, sin escuchar a las víctimas, haciéndoles escuchas telefónicas y allanando posteriormente sus domicilios”. El sindicato sostiene que la persecución también fue mediática, en un video adjunto al comunicado se muestran a los grandes medios nacionales enfatizando la versión de la empresa.
El sindicato de Luz y Fuerza Zárate pertenece a la Central de Trabajadores de la Argentina, es disidente de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza, y mantiene un histórico reclamo ante Nucleoeléctrica por mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores del Sitio Atucha.
“La causa sigue vigente, quieren llevarme a juicio a pesar de que el argumento de la empresa quedó desvirtuado”, señaló Straschenco a RosarioPlus.com. “Dicen que yo me tomé el agua y que un compañero robó el material para que yo lo tomara. También me acusan de haber robado el material, pero al mismo tiempo reconocen que yo no tenía acceso al mismo. Y luego sostienen que yo tomé eso a propósito. Tampoco está claro de qué central térmica habría salido, si de Atucha I o II. Lo cierto es que mi compañero fue sobreseído, yo sigo imputado. Está claro que hubo una enorme manipulación e los informes. Lo primero que hizo el juez fue intervenir mi teléfono, jamás a los ejecutivos de la empresa”, relató.
Agustín Saiz, del Movimiento Antinuclear Zárate Campana, manifestó que “más allá de desearle la recuperación total al trabajador y exigir que la justicia juegue con cartas limpias para llegar a la verdad, este hecho es suficiente para mostrar la precaria seguridad nuclear en los reactores ¿Cómo se determinará la seguridad si llegase a concretarse la instalación del Hualong One? Con las mismas facciones en disputa dentro, capaces de acceder y sabotear material radioactivo ¿Qué garantías tenemos nosotros de lo que pase dentro? ¡Ninguna!”.
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