Memoria de la lucha por el agua en La Rioja

Proyectos mineros en la provincia de La Rioja en la página de la Secretaria de Política Minera de la Nación. La mayoría están ubicados en la zona de la Cordillera, dónde están los glaciares que alimentan los ríos.

Cortes de caminos y bloqueos a las mineras en La Rioja. En la capital provincial, la Comisión Nacional de Energía Atómica pretende reactivar un proyecto de minería de uranio, y en Vinchina, uno de los últimos pueblos antes de ingresar a la Cordillera, distintas empresas se encuentran realizando la exploración en casi 90 proyectos.

por Marisa Romero

El gobernador, Ricardo Quintela, ante el inicio de los nuevos bloqueos emitió un comunicado diciendo que “Sin Licencia Social no habrá Minería”, frase totalmente desprendida de la realidad.

La realidad es otra, distinta a la que el gobernador Quintela pretende mostrar. Es una realidad que da cuenta de varias empresas trabajando en tareas de exploración en distintos lugares de la Provincia, sin control, ni informe de impacto ambiental aprobado; una realidad donde las mineras ingresan a las escuelas a dar charlas para convencer a alumnos y docentes de las bondades de la megaminería; una realidad donde el Instituto de Servicios Ambientales de la provincia brinda asistencia técnica a esas mineras que utilizan sus instalaciones y laboratorios; una realidad donde, ante la violación del glaciar más importante de la provincia por parte del megaproyecto sanjuanino José María, el gobierno provincial, lejos de plantear disconformidad por ello, se limita a pedir que se le participe -como una limosna- de algo de las regalías. Por eso la respuesta contundente de las asambleas riojanas es: “Si es cierto, que anule todos los permisos mineros porque no hay licencia social”.

Esta política prominera de la gestión provincial a espaldas del pueblo es acorde al impulso que el gobierno nacional quiere dar a la minería y otras actividades extractivistas, que son señaladas como motor de salida de la crisis post pandemia y generadoras de las divisas que necesita para pagar a los acreedores internacionales; y pretende avanzar pese a la determinación de los pueblos que dicen una y otra vez NO ES NO, como en Mendoza, Chubut o en la costa Atlántica.

Para entender por qué el gobernador oculta la realidad es necesario recurrir a la memoria de nuestra lucha.

En La Rioja sabemos con total certeza que hay que cuidar el agua porque, como dice la canción riojana mas popular, “agua falta pa beberla…” y, porque escuchamos y aprendimos desde la infancia, es que no sorprende la conciencia del pueblo riojano a la hora de defender este elemento vital de empresas megamineras. Estas corporaciones económicas gigantes, que no sólo se llevan toneladas de minerales, sino que con ellos nos roban millones de litros de agua que necesitamos para beber, para producir, para refrescarnos a la orilla de un río o arroyo en los tremendos calores del verano y por qué no, para chayar en febrero.

Desde el año 2005, cuando aparece la primera empresa en Famatina -Barrick Gold- la principal preocupación de los vecinos y vecinas fue el agua, y por eso comenzaron a organizarse para informarse. Investigando, se toma contacto con las asambleas de Esquel y con la gente de Andalgalá en Catamarca, y se consulta con científicos y especialistas para aprender sobre la megaminería y cómo esta actividad amenaza el agua.

Desde entonces, la historia de la lucha de las asambleas riojanas se ha ido fortaleciendo y ha incorporado muchas lecciones, pero quizá la mas importante es que el poder político siempre está del lado del extractivismo, del lado de la entrega de nuestros bienes comunes. Por el contrario, y sin importar cuál sea el resultado electoral, siempre estamos del lado de quienes deben luchar para defendernos. Esto se ha resumido en una consigna que nació en La Rioja y que luego fue incorporada por las asambleas de todo el país: Gane quien gane aquí no habrá megaminería.

Y así los vimos ganar y pasar… En nuestra provincia vimos a Beder Herrera derrocar al gobernador Maza (impulsor del plan minero nacional como Secretario de Minería de Carlos Menem) apoyado en la sanción de una Ley antiminera que, luego de asumir, él mismo derogó para dedicarse a celebrar convenios con cláusulas reservadas para explotar uranio y autorizar el cateo y exploración de más de 1.500.000 hectáreas.

Después, durante el Famatinazo, el actual gobernador, Ricardo Quintela, también pretendió utilizar la lucha del pueblo contra la minera Osisko para oponerse al gobernador Beder Herrera, conformando una multisectorial con el radicalismo, otros sectores peronistas opositores y algunos integrantes de la Asamblea de Famatina y de Chilecito que apuestan a la solución política partidaria del tema minero.

En marzo de 2012, la Asamblea Riojana Capital presentó un proyecto de ordenanza a todos los bloques de concejales, que no tocaron hasta que, en agosto del mismo año y en el marco de la lucha interna oficialista, se sancionó parcialmente una ordenanza que prohíbe la minería en el departamento Capital. Como toda medida oportunista nunca hubo voluntad política de cumplirla, igual que pasó con la Ley 8.137. Pero desde la Asamblea siempre la reivindicamos como fruto de la presión ejercida por la lucha y exigimos por más de un año su cumplimiento, con acciones y reclamos, hasta que finalmente debieron proceder a la clausura del proyecto de minería de uranio que se desarrollaba a 20 km de nuestra ciudad.

Esta clausura rápidamente se judicializó, y la exploración avanzó, el por entonces intendente Quintela se escudó en el proceso judicial para no hacer nada, y nuevamente los vecinos de la Capital debieron bloquear la ruta de ingreso al proyecto por 6 meses, hasta conseguir que se bajen las máquinas y se suspenda el proyecto.

En la provincia, los permisos mineros de cateo/exploración nunca dejaron de autorizarse; pero los gobernantes, por temor de un nuevo Famatinazo, nunca más se pronunciaron a favor de la minería, impulsando la actividad desde la “clandestinidad administrativa” de la Secretaría de Minería, que llegó en 2021 a alcanzar casi 3.000.000 de hectáreas cedidas a distintos proyectos mineros.

Pero durante esos años también vimos consolidarse la lucha del pueblo riojano contra la megaminería. Barrick Gold, Osisko Mining Corporation, Shandong Gold, Midais y Seargen fueron expulsadas a fuerza de cortes y movilizaciones en el cerro Famatina; y la Comisión Nacional de Energía Atómica del mismo modo debió salir del cerro Velazco en la Capital.

Para ello debimos manifestarnos ante todos los gobernadores que pasaron por el cargo y ante todos los gobiernos nacionales, porque la política extractivista ha sido una constante en cada uno de ellos.

Cuando de entrega de los territorios se trata, la denominada grieta entre los sectores políticos dominantes desaparece y cierran filas en defensa de estos proyectos bajo la excusa de lo que llaman progreso y desarrollo; pese a que vemos que en nuestras provincias vecinas San Juan y Catamarca, con explotación minera desde hace más de 10 años, la pobreza ronda el 40% sin advertirse que ello vaya a cambiar gracias al desarrollo de la minería.

Siempre los mismos discursos, los mismos métodos, las mismas historias que se van repitiendo con distintos actores pero con algo que sí cambia y va creciendo: la resistencia. El amor por nuestra tierra y la lucha por defenderla que vamos transmitiendo a nuestros hijos e hijas, que han crecido rodeados de dignidad y que hoy son algunos de los hombres y mujeres que están de pie en el camino poniéndole freno a esos proyectos de muerte, porque nuestra lucha fue semilla y seguirá creciendo cada vez con más fuerza en las futuras generaciones, que así como nosotros hemos recibido de nuestros viejos maestros, hoy reciben no sólo uno de los lugares mas hermosos para vivir sino también el legado de su defensa.


Marisa Romero, integrante de Asamblea Riojana Capital


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